Dificultades

No solo se trata de dinero

Cuando hablamos de provisión de Dios, muchas veces logramos interpretarlo o adecuarlo a una situación financiera. Pero la verdad es que la provisión de Dios abarca más de lo que nosotros podemos ver.

Julio Garcia

Cuando hablamos de provisión de Dios, muchas veces logramos interpretarlo o adecuarlo a una situación financiera. Pero la verdad es que la provisión de Dios abarca más de lo que nosotros podemos ver. 

Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?

Mateo 6:25-27

La ilustración de este pasaje nos brinda un ejemplo espectacular de cómo Dios nos ama y nos provee de una forma abundante en nuestras vidas. 

Pero al leer este pasaje, me surgen preguntas relacionadas con el ejemplo de las aves. Las aves no sembraron, pero ¿Quién fue el que sembró? Las aves no tienen la capacidad de cosechar entonces ¿Quién fue el que cosechó?  Las aves no tienen graneros, entonces alguien es el dueño, ¿verdad?

Podríamos responder estas preguntas diciendo: Fue Dios el que sembró y cosechó el dueño de todo. Y es la verdad.  Pero quiero direccionar esta misma provisión de Dios a través de la vida de otras personas. 

Dios usa a sus hijos como instrumento de bendición y edificación a otras personas.  Dios tiene un plan maravilloso y ese plan de salvación inicio desde la creación del universo, hasta el día que Él venga por su pueblo.

Y lo podemos ilustrar con otro ejemplo, Dios hizo venir plagas al pueblo de Egipto para que el faraón de esa época dejara libre a su pueblo y fueran a adorarle. Éxodo 7,10

Esta provisión ¿fue para el pueblo de Egipto? No. Fue una maldición por no dejar al pueblo de Dios libre y dejarlos adorarle. 

Fue una maldición para Egipto, pero una bendición para el pueblo de Dios. La provisión de Dios a sus hijos es una forma de glorificación a Él.  No es solo dinero a nuestra vida, yo diría que es la historia de tu vida, una provisión.

Y esta misma provisión es también la formación de la historia de otras personas que están conectadas contigo.  Así que si estás leyendo, esto significa que Dios te proveyó un día más de vida. Aprovéchalo y sé un motor de bendición a otros.

Jesús es la respuesta.

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