El ayuno se trata de humillarse sinceramente ante el Señor. Toma tiempo para arrepentirte, orar, buscar el rostro de Dios y meditar en Su Palabra. Al hacer esto, experimentarás una mayor conciencia de Su presencia (Juan 14:21).
El Señor te dará nuevas revelaciones espirituales. Tu confianza y fe en Dios se fortalecerán. Te sentirás mental, espiritual y físicamente renovado/a. Verás respuestas a tus oraciones.
Sin embargo, un solo ayuno no es la solución espiritual para todo. Así como necesitamos nuevas llenuras del Espíritu Santo a diario, también necesitamos nuevos tiempos de ayuno delante de Dios. Un ayuno de 24 horas cada semana ha sido muy gratificante para muchos cristianos.
Se necesita tiempo para fortalecer tus músculos espirituales del ayuno. Si no logras completar tu primer ayuno, no te desanimes. Es posible que hayas intentado ayunar durante demasiado tiempo la primera vez, o tal vez necesites fortalecer tu comprensión y determinación. Tan pronto como sea posible, emprende otro ayuno hasta que logres tener éxito. Dios te honrará por tu fidelidad.
Te animo a unirte a mí en el ayuno y la oración una y otra vez hasta que realmente experimentemos un avivamiento en nuestros hogares, nuestras iglesias, nuestra amada nación y en todo el mundo.
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