SERIE: El deseo

SERIE El deseo: Introducción

By Heidi Smith, Leela Zander & Jessica Harris
Introducción - 1

¿Eres una de esas mujeres que piensan que su secreto es peor que el de las mujeres que las rodean?


¿Sientes que la mayoría de las otras mujeres no tienen las luchas sexuales que tú tienes, especialmente si se llaman cristianas?  

¿Te sientes estancada?

No estás sola. Nosotras también fuimos esas mujeres. Pensábamos que nunca encontraríamos un lugar lo suficientemente seguro para decir en voz alta lo que escondíamos sobre nuestro comportamiento sexual.

Hablar de hombres que luchan con cosas como la pornografía y la masturbación es común en estos días. Pero nunca de las mujeres.

Como nadie habla de estas cosas, supones que nadie lo entenderá. Así que te quedas callada.

Tu vida sexual, virtual o física, es uno de los aspectos más íntimos de lo que eres. ¿Necesitas saber a quién puedes confiar esa parte de tu identidad?

Creamos la serie "El deseo" gracias a gente como tú, gente como nosotras.

Nuestras luchas sexuales como mujeres adoptan muchas formas diferentes y necesitamos la ayuda de las demás para manejarlas bien.

Lo primero es lo primero: no finjamos que no tenemos deseos sexuales. Los tenemos. Fuimos creadas con cuerpos que tienen el potencial de experimentar la sexualidad de maneras increíbles. Pero necesitamos ayuda cuando esos deseos se apoderan de nuestras vidas.

Si puedes marcar cualquiera de las siguientes opciones, la Serie "El deseo" ha sido diseñada para ayudarte.

  1. Sientes que tu lucha está llevando tu vida en una dirección que nunca pensaste.

  2. Estás tratando de eludir o ignorar tu problema y simplemente continuar con la escuela, el trabajo, las relaciones o el ministerio.

  3. Gastas toda tu energía en proteger tus secretos.

  4. Tienes miedo de perderlo todo si otros lo descubren.

  5. Piensas que es imposible que Dios te siga amando.

Te sientes estancada. Queremos mostrarte dónde se puede encontrar la esperanza. Si nosotras podemos sanar, tú también puedes.

Tus secretos, tu aislamiento y tu soledad pueden transformarse en honestidad, comunidad segura e intimidad sana.

Pero para ello tendremos que romper el silencio con Dios, con nosotras mismas y con los demás.

Te animamos a que pienses a quién más conoces que podría beneficiarse de esta serie. Pídele a Dios que te proporcione algunas personas que puedan acompañarte en este viaje.

Si aún no te sientes preparado para ello, no te preocupes. Comienza a leer estos artículos por tu cuenta y pídele a Dios que te revele el mejor paso a seguir después de cada artículo.

Comencemos abordando de frente lo que nos mantiene en silencio: Nuestra vergüenza

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