SERIE: El deseo

¿Qué tan lejos es demasiado lejos cuando estás saliendo con alguien?

Leela Zander
Mujeres - 9

 

Así que crees que él es el indicado. Hablan de matrimonio, piensan en casarse y ya sienten que están comprometidos el uno con el otro para toda la vida.

Así que parece natural que su relación física progrese. Confían más el uno en el otro, así que exploran más su relación sexual.

Pero, ¿han decidido realmente hasta dónde están dispuestos a llegar antes del matrimonio?

Cuando quieres a alguien, es difícil poner límites. Pero las líneas que trazas al principio dejarán huellas duraderas en tu relación.

Hasta que te cases, es importante que tengas claras las formas de intimidad física o sexual que quieres mantener sólo para ti y para la persona con la que te cases.

Una sexualidad sana es algo más que "no mires, no toques" o "aguanta hasta el matrimonio, entonces todo irá bien".

El error común es pensar en trazar tus límites como "¿hasta dónde puedo llegar?". Una mejor regla general es "¿qué tan cerca de Dios quiero estar?"

Una relación de noviazgo que honra a Dios acerca a ambas personas a Él. Si sientes que Dios se interpone entre tú y tu pareja, puede que sean tus valores o tu conciencia los que te están hablando. Necesitas escuchar.

¿Por qué Dios se interesa tanto por nuestros límites cuando salimos con alguien?

Dios se describe a sí mismo como un padre. Un buen padre protege y provee a sus hijos. El se enfoca en prepararnos para las relaciones que tendremos.

Entonces, ¿cómo te prepara Dios para tus relaciones futuras? ¿De qué podría Él necesitar protegerte?

1. Dios quiere proteger tu futura vida sexual.

Si Dios tiene la intención de que te cases algún día, o si ya estás casada, Él quiere que la persona con la que estés te ame y te respete como Él lo hace. La forma en que elijas usar tu cuerpo marcará la diferencia. 

Una de las experiencias más dolorosas que he sufrido fue hablarle a mi esposo de los otros hombres que conocieron mi cuerpo antes de casarnos y enterarme de su historia con la pornografía.

Es como si las personas de esos recuerdos estuvieran ahí mismo, en la cama, con nosotros.

Cuando hay conflictos en una relación, y los habrá, esos recuerdos pueden convertirse en un lugar en el que deciden esconderse el uno del otro. Imaginas que las personas de tu pasado te aceptaron de algún modo que tu esposo no acepta. Pero la verdad es que nunca estuvieron tan comprometidos contigo como la persona con la que te casas.

Mi esposo y yo hemos cargado con el peso de compararnos con otras personas que recordamos y fue necesario un asesoramiento intensivo para que nuestra vida sexual se restableciera.

2. Dios quiere que tus relaciones se basen en la confianza

Si tu relación de noviazgo conduce al matrimonio, espera que esté libre de temor e inseguridad.

Si ambos pueden controlar su deseo sexual mientras salen, tendrán más confianza para resistir las tentaciones cuando estén casados. Por ejemplo, coquetear, ver pornografía o incluso ser infiel.

Las tentaciones no cesan de repente el día de la boda.

Tu futura vida sexual puede ser lo bastante complicada como para que además hayas entrenado a tu cuerpo a responder a otras personas o situaciones que no son saludables.

Pero se trata de algo más que del tipo de esposa que quieres ser. ¿Qué tipo de adulta quieres ser?

Tu sexualidad es una parte enorme de quién eres, así que si puedes manejar bien esta área, es más probable que seas intencional en otras áreas de tu vida.

3. ¿Por qué conformarse con una falsa intimidad, cuando Dios quiere que conozcas la verdadera?

En la secundaria, yo tenía una relación con Dios. Pero entonces empecé a tener una relación con un chico. Comenzamos a tener relaciones sexuales, y por el resto de esa relación lentamente construí un muro entre Dios y yo.

No quería que Dios viera esa parte de mi vida. Así que pensé que de alguna manera podría esconderme de Él.

Con el tiempo, ya no podía sentir a Dios en mi vida porque lo estaba dejando fuera de gran parte de ella.

Sacrifiqué mi intimidad con Dios, y dañé mi capacidad de relacionarme de manera sana con otras personas, porque creía que la intimidad sexual me daría satisfacción. Me equivoqué.

Tuve que elegir entre el sexo con este hombre o mi relación con Dios.

Tus límites comunican cómo valoras a Dios.

En general, un lugar prudente para trazar "la línea" es donde las muestras de afecto se convierten en excitación.

Las muestras de afecto pueden ser emocionales o espirituales, no sólo físicas.

Nuestras personalidades únicas, historias sexuales y relaciones influyen en los límites que necesitamos para estar sanos.

El límite de tu novio puede ser diferente del tuyo. Cuidado con doblegar tus convicciones a sus deseos.

Una buena regla general es ir con los límites de quien sean más conservadores para que ninguno de los dos sienta que está deshonrando a Dios.

Los límites existen para demostrar lo mucho que te preocupas por Dios, por ti misma y por los demás. Están ahí para expresar tus valores, no sólo para restringir tu sexualidad.

Piensa en estas preguntas y luego discútelas con tu novio:

1. ¿En qué momento tus muestras de afecto se convierten en excitación sexual?

  • ¿Cuando están en un lugar privado?

  • ¿Cuando se acurrucan?

  • ¿Cuando se besan demasiado?

  • ¿Cuando comparten sus sueños y esperanzas?

  • ¿Cuando oran juntos?

Dondequiera que esté ese punto, debes dar dos pasos atrás y trazar tu línea allí. No pongas a prueba tus límites.

2. ¿Qué situaciones te tientan a cruzar tu línea?

Conocí a una pareja que decidió que no podían cocinar juntos: demasiado calor en la cocina, tanto en sentido literal como figurado. En tu caso, puede haber otras situaciones que sabes que son de alto riesgo.

Aprende a reconocer tus desencadenantes. Te indican cuándo te estás acercando o cruzando uno de tus límites.

¿No estás segura de cuáles son tus desencadenantes? Lee esto.

3. ¿Qué conversaciones deben esperar?

Compartir tus secretos más profundos o tus sueños y esperanzas puede llevarte a querer expresar esa cercanía físicamente.

Cuidado con hablar con tu novio de:

  • Secretos que sólo has confiado a unos pocos. Tiene que demostrarte que es digno de confianza antes de que te confíes a él.

  • El matrimonio como hipótesis. Empezar este tipo de conversación demasiado pronto en una relación puede crear una sensación engañosa de compromiso.

Si ves las citas como un paso hacia el matrimonio, es bueno aclararlo desde el principio por si él no lo ve así. Pero los detalles del matrimonio deben esperar hasta que los dos estén de acuerdo en que eso es lo que van a hacer.

Si aún no tienes 18 años ni eres independiente económicamente, probablemente no necesites hablar de matrimonio con tu novio todavía, ¿verdad?

¿Qué hacer a partir de ahora?

  • Haz una lista de las cosas que te provocan excitación.

  • Si estás saliendo con él, pídele que haga lo mismo.

  • Comenten sus listas y acuerden algunos límites para su relación. Recuerda que este tipo de conversación puede ser excitante

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