Devocionales prestados

40 días de propósito

Viernes, día 3

Katie Berglee

Lo maravilloso de un cristiano toma tiempo para mirar su pecado es, al final del día, que puedo confiar en mis pensamientos desagradables, decisiones equivocadas, las actitudes de corazón oscuro, acciones rebeldes y lastima hacia mí y a otros se les paga por completo ya.

No necesito gestionar mis emociones mejor. Reprendiendo a mí mismo para decisiones equivocadas no se soluciona nada. Yo no puedo pagarle por mi mal pensamientos, actitudes o decisiones. Esas cosas ya se contabilizan por perdonado. Lo que puedo hacer es mi culpa, vergüenza, remordimiento y angustia a Jesús del canal. Confiar en él para tranquilizar una vez más a mí que sabía sobre estos actos de rebelión cuando él eligió morir en la Cruz por mí. Murió me ajuste libre para estar con él.

Me ofrece una motivación diferente para mi reforma. Cuando hablo con Jesús mi pecado, reconociendo que es lo que él murió para salvarme, entonces quiero honrar su sacrificio huyendo de motivos, hábitos, acciones y pensamientos rebeldes.

No tengo a mis talones en y "esforzarse más" en mis propias fuerzas. Él envió su espíritu para darme fuerza.

Hoy que estoy mirando mi pecado fuera de un deseo de dar más a mi alcance en estos muertos hábitos, creencias a medias y acciones manipuladoras. Ya no me tienen en el Reino eterno, pero los viejos hábitos mueren difícilmente. Me gustaría abordar algunas de estas áreas rebeldes directamente y pedir mi Salvador que me ayude a vivir más plenamente a la luz de mi eterna realidad donde yo estoy liberado de la maldición de pecados.

©1994-2020 Cru. All Rights Reserved.