Vida y relaciones

10 maneras para ser un buen vecino

Elizabeth McKinney

Un año después de instalarnos en nuestra nueva casa, se nos ocurrió hacer una pequeña fiesta informal en el vecindario e invitar a los vecinos que conocíamos, unas 15 o 20 personas.

En ese momento, no imaginamos lo que Dios podría hacer con ese pequeño paso; solo pensamos que sería divertido reunir a algunos vecinos.

Pequeños pasos pueden conducir a grandes cambios

Eso fue hace más de ocho años y estoy asombrada de la comunidad que ha crecido en nuestro pequeño pueblo de unos 200 hogares. Ahora tenemos un grupo de Facebook, una vigilancia vecinal, grupos de corredores y muchísimos eventos anuales divertidos: una búsqueda de huevos de Pascua, un desfile en bicicleta el 4 de julio y una fiesta de Navidad en la que aparece Santa Claus (junto con un concurso de luces navideñas).

Hace unos años, colaboramos con nuestros vecinos y organizamos un espectáculo de disfraces en el que los niños tomaban mapas del tesoro y se dirigían a 12 estaciones para tomar chocolate caliente, s'mores (galleta con chocolate y bombón), sidra, un garaje embrujado, paseos en carreta, películas y palomitas. Animamos a los vecinos a quedarse fuera esa noche y organizamos a la gente en equipos de estaciones. La noche no sólo fue muy divertida para los niños y los adultos, sino que también sirvió para crear una gran comunidad.

El impacto de la comunidad

Lo que hace que la planificación de estos eventos sea tan gratificante es ver cómo influye en la vida de las personas. Recuerdo estar sentada en una salida nocturna de mujeres cuando una mujer recién divorciada que acababa de mudarse al vecindario dijo que era la primera vez que estaba sola. Se giró para mirar a todas las mujeres a los ojos y nos dio las gracias por ser una comunidad abierta y acogedora para ella.

Comunidad es cuidar del hijo de alguien durante el día si es necesario. Es tener a alguien que te recoja el correo mientras no estás o saber que puedes pedir azúcar cuando se te ha acabado. Es ver a tus hijos correr con otros diez niños detrás de tu casa y oírlos reír y gritar desde la ventana de tu cocina. Es saber que la ayuda está literalmente al lado cuando -no si- la necesitas.

9 cosas que puedes hacer para crear una comunidad de vecinos

Evalúa lo que puedes y no puedes hacer. Tengo cuatro hijos pequeños, así que los compromisos semanales continuos no son realistas, pero puedo planear algunas fiestas para el año. Recuerda que Dios usará tu personalidad, temperamento, dinámica familiar e incluso tus limitaciones para glorificarle. No hay una forma específica de ser vecino que se ajuste a la realidad. Estos son algunos principios e ideas que nos ayudarán a ser buenos vecinos.

 

1. Invita a unos cuantos vecinos a una comida 

Una invitación a tu casa es una forma de dar un gran paso adelante en las relaciones con tus vecinos. Unos amigos nuestros querían una forma sencilla de hacerlo, así que montaron unas cuantas mesas y sillas plegables e invitaron a las pocas casas cercanas a tomar un helado.

 

2. Recuerda a las personas y sus nombres

Tengo notas en mi teléfono para las cosas del vecindario, así que cuando me encuentro con alguien en la piscina, tengo una forma rápida de apuntar los nombres. Escucha cuando las personas hablan y recuérdalas, eso demuestra que las ves y las valoras. 

 

3. Da el primer paso

El primer paso implica cierta vulnerabilidad, sobre todo cuando no se tiene ni idea de lo que se está haciendo. Pero, a menudo, las personas esperan que otro tome la iniciativa.

 

4. Sé generoso

Cuando empezamos, no teníamos presupuesto. Solíamos comprar toda la comida para la búsqueda de huevos de Pascua, así como los huevos y los dulces. Otros vecinos colaboraban y ayudaban a cubrir los gastos y a traer utensilios, manteles y demás. Lo veíamos como una inversión en el vecindario, y realmente ayudó al principio a tomar impulso.

 

5. Estate disponible y di que sí cuando puedas

Cuando empezamos, no teníamos presupuesto. Solíamos comprar toda la comida para la búsqueda de huevos de Pascua, así como los huevos y los dulces. Otros vecinos colaboraban y ayudaban a cubrir los gastos y a traer utensilios, manteles y demás. Lo veíamos como una inversión en el vecindario, y realmente ayudó al principio a tomar impulso.

 

6. ¡Involucra a otros!

Esto es algo importante. La gente se sentirá más conectada con el vecindario si se ha involucrado personalmente y ha servido, aunque sea en una pequeña medida.

 

7. Sé ingenioso

Una noche busqué en Google “Ayuda económica para una fiesta en un vecindario de la ciudad de Columbia”. En 10 minutos, había rellenado unas sencillas preguntas y había solicitado 250 dólares para una máquina de palomitas, todo eso desde mi celular. Unas semanas más tarde, ¡nos aprobaron! Las empresas locales pueden estar dispuestas a donar cosas gratis como publicidad.

 

8. Ten motivos profundos, no motivos ocultos

Los motivos profundos son las esperanzas, los sueños y los deseos más grandes que uno tiene y que dan forma a lo que uno es. Mi esposo y yo hemos hablado de nuestro profundo deseo de ver un paraguas de la gracia común de Dios extenderse sobre nuestro vecindario, junto con nuestro deseo de que nuestros vecinos conozcan a Jesucristo como su amigo y Salvador. Nos preocupamos por sus jardines, trabajos, niños, los programas de licenciatura que están terminando y por sus padres ancianos. Las conversaciones triviales adquieren un nuevo significado cuando valoras las partes ordinarias de la vida de la gente sin sentir que tienes que hacer que la conversación "se dirija a cosas de la iglesia".

 

9. Practica el arte de recibir

En su libro “El arte de ser vecino”, los autores Dave Runyon y Jay Pathak hablan de lo que significa recibir de nuestros vecinos: “Si no permitimos que las personas suplan ninguna de nuestras necesidades, limitamos lo que Dios quiere hacer en nuestro vecindario y en nuestra vida. Nuestra tendencia es ponernos en posiciones de poder - en este caso, ser siempre el que da. ... Cuando el dar es de doble cara, todos tienen un sentido de valor. [Recibir] requiere humildad”.

Próximos pasos

Da un primer paso sencillo para empezar a crear comunidad en tu vecindario.

  • Si no conoces a tus vecinos, tómate el tiempo de pararte y presentarte cuando los veas.

  • Si conoces a tus vecinos, ¿qué podrías hacer para relacionarte con ellos?

  1. Invítalos a cenar (aunque solo sea pizza).

  2. Haz una fogata en el patio trasero e invítalos a que se unan a ti para asar bombones.

  3. Si tienes niños pequeños, puedes organizar una actividad infantil.

  • Averigua si existen grupos de vecinos en persona o en línea, como una asociación de vecinos o un grupo de Facebook, en los que puedas empezar a conocer a personas y medir el interés por los eventos del vecindario.

  • Lee más artículos con ideas para llegar a tus vecinos.

  1. Equípate para ayudar a las personas en sus viajes espirituales cuando tengas la oportunidad.

  2. Lee acerca de cómo los días festivos como Acción de Gracias y Navidad pueden ser grandes oportunidades para involucrar a tus vecinos. 

  • Si vives en una ciudad y quieres construir una comunidad con tus vecinos, Cru puede ser un gran recurso. Averigua si Cru tiene un movimiento en tu ciudad.

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