SACERDOTE DE SU CASA
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. (Deut. 6:6-9)
"Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo". (I Pedro 2:5)
Sacerdote quiere decir persona escogida por Dios para ser mediador o constructor de puentes. El sacerdote cumple una tarea importante en la vida de las personas; les ayuda a que sepan cómo relacionarse con Dios. Por lo tanto, interceden, enseñan, guían e instruyen a las personas a cultivar su espiritualidad. Es una persona disponible a servir a los demás en conectarse con Dios.
En el caso del padre, Dios le asigna la tarea de liderar la vida espiritual de su familia, enseñándoles el gran mandamiento de amar a Dios por sobre todas las cosas.
¿Cuáles son algunas funciones que debería cumplir como sacerdote de su casa?
1.- Tomar la iniciativa de llevar a su familia a Dios
Es más fácil para el papá enviar a los hijos a la reunión o iglesia, o dejar que sea la esposa quien anime a conocer a Dios; en algunos casos le puede ser más cómodo solo dejarse estar. Si las cosas están yendo bien con los hijos en casa, por ejemplo, con los estudios, las conductas, la economía y aun en el tema espiritual (por iniciativa de la mamá), el papá tiende a descuidar su papel de sacerdote.
Quiero animarlo a recordar que es usted el responsable de su hogar, usted es la cabeza, es el líder, en quien Dios confió su herencia y a quienes los tiene en alta estima, sus hijos, (Sal. 127). No se deje estar, usted es el sacerdote de la casa, tome la iniciativa de proveerles esos momentos de buscar a Dios.
2.- Ayudar a conocer a Dios
No solo proveer los momentos de buscar a Dios, sino también enseñar de Dios. Es un mandato para los padres el enseñar y repetir a tiempo y fuera de tiempo que amen a Dios por sobre todas las cosas. Ha sido separado por Dios “para anunciar las virtudes de aquel nos llamo de las tinieblas a su luz admirable” como dice I Pedro 2:9
Lógicamente, para ayudar a conocer a Dios, usted también lo tiene que conocer; esto implica cultivar su vida espiritual que le permita experimentar su amor y su perdón y entonces llevar a su familia a amar a Dios y disfrutar de una creciente relación personal. Su ejemplo, vale mas que mil palabras. Sea un ejemplo de fe e instruya a su familia para que adquieran su propia fe en Dios.
3.- Orar por su familia
Me gusta mucho el ejemplo de Job con relación a sus hijos. Cada día ofrecía holocausto por cada uno de sus hijos por si acaso habían pecado o blasfemado contra Dios en sus corazones (Job 1:5)
Entonces, su tarea como sacerdote, es orar por su esposa e hijos para que Dios los guarde y proteja del mal, los bendiga con toda bendición espiritual y les ayude a caminar la vida como Dios quiere que lo hagan. Sus oraciones suben como incienso al trono de Dios y El las recibe como olor fragante. Es un honor y a la vez una responsabilidad orar cada día por la familia.
Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes os instruiré en el camino bueno y recto. (I Sam. 12:23)
4.- Bendecir a su familia
Bendecir es uno de los grandes privilegios que Dios les dio a los padres. El origen de “bendición” tiene que ver con palabras llenas de amor y de alegría que expresa el padre al recibir a su hijo en sus brazos por primera vez cuando nace. Bendecir a su familia significa hablar bien de cada uno de ellos y desearles lo mejor.
Bendecir es un principio de fe que comienza en su corazón y se expresa a través de sus palabras. Implica expresar afirmación, buen deseo para los emprendimientos y palabras de fe para sus decisiones importantes. Palabras que expresen el deseo de la compañía de Dios con ellos, donde quiera que vayan. Recuerde que Dios usó las palabras para crear todo. Nuestras palabras tienen el poder de desarrollar el potencial de nuestros hijos, como también de destruir su autoestima y su futuro.
Dios nos demanda que la usemos de manera que sea buena para la necesaria edificación de los oyentes (Efe. 4:29)
Pídale ayuda a Dios para que usted pueda cumplir adecuadamente su sacerdocio. Será emocionante.
Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. (Oseas 4:6)
Director Cru Bolivia
Doctor en Psicología Familiar
Master Coach de Torch Liderazgo y Coaching
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